Las fiestas de Carnaval 2023, se celebran del 17 de febrero de 2023 a 22 de febrero de 2023. El día 21 es Martes de Carnaval y el día 22, Miercoles de Ceniza y se realiza el Entierro de la Sardina.
El entierro de la sardina es una ceremonia que se celebra en muchas poblaciones españolas, anunciando el fin del Carnaval y el inicio de la Cuaresma y otras fiestas populares.
El entierro de la sardina, se celebra tradicionalmente el Miércoles de Ceniza y en él, se entierra simbólicamente: al pasado o lo socialmente establecido, para que puedan renacer con mayor fuerza y surja una nueva sociedad transformada.
Los entierros consisten en un desfiles carnavalesco, con los participantes vestidos de negro, que parodia un cortejo fúnebre y culmina con la quema de alguna figura simbólica, generalmente representando a una sardina.
El entierro de la sardina, es una ceremonia ampliamente difundida en España y se celebra en muchas capitales y poblaciones, tales como Madrid, Murcia, Avila anunciando el fin del Carnaval y el inicio de la Cuaresma y otras fiestas populares.
Muchas fiestas españolas terminan con ceremonias, similares a los entierros de la sardina en las que se quema o maltrata una figura simbólica que representa los vicios y el desenfreno que afloraron durante las fiestas del Carnaval. Ejemplos de ello, son la la Fiesta del Judas o la Quema del Haragán. El paso por la hoguera permite restaurar el orden subvertido por la fiesta y en ella, el fuego, es símbolo de regeneración y liberación, se invita al pueblo a una reflexión colectiva y se le llama al orden.
El Entierro de la Sardina, celebrado el Miércoles de Ceniza , tiene un símil en celebración francesa-americana del Mardi Gras, que se celebra el Martes de Carnaval.
El origen del Entierro de la Sardina de Madrid, tal como hoy día se celebra, se inicia sobre primera la mitad del siglo XIX, cuando un grupo de estudiantes de Madrid, reunidos en la Farmacia de San Antón, decidieron realizar un cortejo fúnebre presidido por una sardina, simbolizando el ayuno y la abstinencia, para así revivir el festejo carnavalesco que se celebraba en Madrid el Miércoles de Ceniza.
Si bien en sus orígenes, al iniciar la Cuaresma, se acostumbraba a enterrar un costillar de cerdo, al que denominaban sardina, significando la prohibición de comer carne. Hay investigadores opinan que el Entierro de la Sardina, se realizaba para lograr abundante pesca.
Goya pinto El entierro de la sardina, que refleja una tradición carnavalesca que celebraba el último día de estas fiestas de Carnaval El entierro de la sardina, supone la finalización del periodo de mundo al revés, permitido en el carnaval, con su trasgresión de los valores vigentes, su interés por los instintos primarios, el protagonismo del pueblo llano frente a las instituciones y el predominio del caos frente al orden Goya, pintó el Entierro de la sardina, entre 1812 y 1819 y guarda relación con una serie de cuadros de gabinete de costumbres españolas, si bien estas están muy alejadas de los temas y la estética rococó y neoclásica de los cartones para tapices. El conjunto incluiría Corrida de toros en un pueblo, Procesión de disciplinantes, Auto de fe de la Inquisición y Casa de locos, todos ellos fechados entre 1815 y 1819.
Una procesión de hombres y mujeres de luto, acompaña un féretro que contiene una sardina. Los hombres, se pueden disfrazar de viudas inconsolables y las mujeres cubren sus cabezas con el velo tradicional español.
La sardina es el símbolo del libertinaje carnal que representa el carnaval, representando con ello el fin de los placeres carnales y el comienzo del periodo de ayuno religioso.
La gente llora porque ha finalizado la temporada festiva y ahora se inicia la época de penitencia y observancia religiosa marcada por la Cuaresma.
La procesión del Entierro de la Sardina, consta de una carroza adornada con palmas, flores y otras ofrendas con la sardina en su interior, un fiscal público va abriendo las calles para permitir el paso de la procesión carnavalesca, mientras un falso cura y un monaguillo que se encargan de la ceremonia religiosa.
Las viudas siguen a la carroza fúnebre, mientras confiesan sus pecados al falso cura y lloran la muerte de la sardina con falsos llantos y grandes gritos. El personaje del diablo intenta impedir el paso de la sardina para llevársela, pero un grupo de policías repele al diablo y mantienen el orden entre la procesión. Finalmente se da entierro a la sardina, entre el llanto y dolor de haber finalizado el Carnaval.
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